Mi primera aportación es un dibujo con historia, para mi una tragicomendia.
De pequeña me decían eso de «pues la niña que bien pinta», que debería estudiar algo sobre » eso» y bla bla bla…fue tanta la tabarra que terminé estudiando el bachillerato de Artes, pero allí me encontré sola, sin la protección cariñosa de mis primeros admiradores. En el Giner de los Ríos de Alcobendas, encontré mi Risto Mejide particular… mi profe Luis.
Y es que eso de las verdades como puños duelen, al ver otro dibujo que hice previo a este, me soltó un: «Niña, tu estas por debajo del nivel de la clase ó espabilas ó…»

El Torso que le gustaba a Luis
Pués espabilé (otra no quedaba), el siguiente dibujo fue este. La cosa cambió 180º para tranquilidad mia, fijaros si tanto cambió la situación que Luis (el profe) me pidió que le regalara este dibujo para su casa…¿y que hice? ¡le regalé la fotocopia! ummm que rencorosilla que salí.
En verdad el dibujo me lo pidieron antes como regalo de boda y Luis lo supo, de hecho la idea de la fotocopia fue de el.
Esta es la historia de un dibujo, sacado de una foto del dominical del El Pais, cuya realización me hizo aprender tanto.