Con este título tan de canción (pelín) cursi, quiero hablaros de este trabajo de restauración digital. Hace ya 11 años publiqué aquí una entrada sobre esta imagen, se trata de un recuerdo de familia, una fotografía tipo Carnet de una persona muy muy querida por mi.
Como comenté en la «vieja» entrada, en la escuela de Arte empecé a conocer este mundillo de los retoques fotográficos y aún después de más de 20 años, lo sigo flipando (con lo que se puede llegar a hacer) y lo mejor, ¡que sigo aprendiendo!. Me entanca.
Así que hace unos meses, empecé desde cero (otra vez) la restauración de «la peor fotografía que hay en mi poder». Como observaréis, está absolutamente agrietada, con una cantidad enorme de decoloración (por las grietas) y lo peor, fue doblada, lo que ocasionó la pérdida de partes importantes del rostro.

Para mi, un auténtico reto y un dolor de cabeza, por cabezonería mía, que nadie me lo mandó hacer… bueno sí, el cariño que le tengo a la señora que aparece, que por si os lo habéis podido preguntar, era (y es) mi abuela materna. La genuina matriarca de mi familia. 114 años cumpliría hoy <3.
Aquí os presento el resultado de semanas de trabajo. La restauración digital de una fotografía tomada sobre 1928 (aprox), en Villanueva de Córdoba, Córdoba, España 😉 .


Espero os haya gustado esta entrada.
¡Seguimos adelante 😉 !